Durante el 2018, Héctor Vera tuvo su primer acercamiento como profesional Bioquímico en el área de Microbiología, desempeñando labores en la empresa Aguamarina SpA, especialmente relacionadas con la entrega de servicios de monitoreo para la industria minera, pero también desarrollando biotecnología para procesos de biolixiviación.

Esta experiencia laboral única le permitió explorar dos facetas esenciales para la industria minera, que no solo le proporcionaron herramientas técnicas de laboratorio, sino que además cultivaron en él un mayor interés por la materia, impulsando su desarrollo profesional en esta área. «Sin lugar a duda, la industria ha resultado ser un factor vital para este propósito, y estoy convencido de que continuará teniendo la misma relevancia, brindando nuevas oportunidades en el futuro» expresa Vera.

Dentro de Domolif, su labor como Bioquímico desarrollador de I+D se centra actualmente entregar servicios de monitoreo y biocorrosión para la industria minera, participando además en el proyecto “Nueva tecnología para combatir la exposición de sílice desde la emisión”, financiado por el Gobierno Regional a través de FIC R Antofagasta 2022, BIP 40046044-0.

Como comenta Héctor Vera: «Este proyecto tiene varios objetivos para el beneficio de la comunidad, que tienen relación con generar un producto biotecnológico que proteja a las comunidades expuestas a material particulado; compuesto principalmente de sílice respirable que desencadena problemas de salud como la silicosis; y también proteger el recurso hídrico a través del ahorro en el uso del agua para el control de dicho material particulado». En este sentido buscamos como equipo aumentar la capacidad de la región para desarrollar productos biotecnológicos de alto impacto en la sostenibilidad.

El sector biotecnológico cuenta hoy día con el soporte de las políticas públicas que son esenciales para la implementación de los conocidos instrumentos de financiamiento y que hasta ahora han sido la base para el desarrollo científico y tecnológico en Chile. Históricamente ha existido un presupuesto destinado para el desarrollo biotecnológico, siempre con un objetivo claro: encontrar formas de generar nuevas fuentes de ingreso para el desarrollo de nuevos proyectos.

«Esto me hace pensar que el futuro del sector es prometedor; sin embargo, también debemos tener claro que, para utilizar estos recursos de manera eficiente, los mismos siempre deben ir de la mano de un capital humano indicado» concluye Héctor. Son evidentes los beneficios que la biotecnología proporciona a la comunidad en general, así que contar con profesionales dedicados en el área y que deseen brindar todo su apoyo, es fundamental para seguir adelante. En Domolif estamos dispuestos a seguir avanzando e innovando en este sector. Héctor Vera, ¡Bienvenido a bordo!

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